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ITS Sífilis, Qué es, Síntomas, Diagnóstico y Tratamiento

La sífilis es una Infección de transmisión sexual (ITS) causada por la bacteria Treponema pallidum y que ha afectado a la humanidad durante siglos. A pesar de los avances en medicina, la sífilis sigue siendo un problema de salud pública global.

Sífilis, Qué es, Síntomas, Diagnóstico y Tratamiento

¿Qué es la Sífilis?

La sífilis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por la bacteria espiroqueta Treponema pallidum. Esta infección se transmite principalmente a través del contacto sexual con una persona infectada. La bacteria puede ingresar al cuerpo a través de pequeñas cortaduras o abrasiones en la piel o las membranas mucosas, típicamente presentes en los genitales, el ano, los labios o la boca.

Cómo se contagia

Aunque la mayoría de los casos de sífilis son el resultado de la transmisión sexual, existen otras formas a través de las cuales la bacteria puede transmitirse:

  • Transmisión Vertical (de Madre a Hijo): Da lugar a la sífilis congénita que ocurre cuando una madre infectada transmite la enfermedad a su bebé durante el embarazo o el parto. Esta transmisión ocurre a través de la placenta o por contacto directo con lesiones sifilíticas mientras el bebé pasa por el canal de parto. La sífilis congénita es particularmente grave debido a que puede afectar al bebé de forma grave, con posibles complicaciones severas, discapacidad de largo plazo, o incluso la muerte.
  • Contacto Directo no Sexual: Aunque mucho menos común, la sífilis también puede transmitirse a través del contacto directo con una lesión sifilítica activa. Esto puede ocurrir, por ejemplo, a través de contacto (besos) con una persona que tiene lesiones sifilíticas en la boca o los labios.

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo asociados con la infección por sífilis destacan:

  • Tener relaciones sexuales sin protección
  • Múltiples parejas sexuales
  • Tener un historial de enfermedades de transmisión sexual. Las personas con VIH son particularmente susceptibles a la infección debido a su sistema inmunitario comprometido.

Las estrategias preventivas incluyen el uso de preservativos durante el acto sexual, la realización regular de pruebas de detección de ITS, especialmente si se tienen múltiples parejas sexuales o nuevas parejas, y el tratamiento inmediato de las personas infectadas y sus parejas sexuales.

Síntomas de la Sífilis – Etapas

La sífilis se desarrolla en varias etapas, cada una con sus propios síntomas, aunque en algunas personas los síntomas pueden ser leves o pasar desapercibidos. La progresión de la enfermedad a través de sus etapas puede variar, y sin tratamiento, puede avanzar a etapas más graves.

Etapas de la Sífilis

  • Sífilis Primaria: La primera señal de sífilis suele ser una llaga o chancro en el lugar de infección, que aparece aproximadamente de 10 a 90 días después de la exposición a la bacteria. Este chancro es pequeño, redondo, firme, y no doloroso. Puede aparecer en los genitales, el ano, el recto, los labios o la boca. Muchas personas pueden no notar este chancro porque no causa dolor y puede estar escondido en áreas menos visibles. Sin tratamiento, el chancro se cura por sí solo en 3 a 6 semanas.
  • Sífilis Secundaria: Si la infección no se trata, puede progresar a la sífilis secundaria. Los síntomas de esta etapa pueden incluir erupciones en la piel que no pican, las cuales pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluso en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Otros síntomas pueden incluir fiebre, dolor de garganta, dolores musculares, fatiga, y ganglios linfáticos inflamados. Estos síntomas pueden desaparecer y reaparecer durante un año o más si no se recibe tratamiento.
  • Sífilis Latente: En esta etapa, la infección no presenta síntomas visibles, aunque la bacteria permanece en el organismo. La sífilis latente puede durar años antes de progresar a sífilis terciaria.
  • Sífilis Terciaria: Esta es la etapa más grave y puede ocurrir años después de la infección inicial si no se ha tratado. La sífilis terciaria puede dañar el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Los síntomas de la sífilis terciaria varían según la parte del cuerpo afectada y pueden incluir dificultad para coordinar movimientos musculares, parálisis, ceguera, y sordera. Esta etapa puede ser potencialmente mortal.

Diagnóstico de la Sífilis

El diagnóstico precoz de la sífilis es fundamental para un tratamiento efectivo y para prevenir la transmisión a otras personas. El diagnóstico contempla una combinación de exámenes físicos, historial médico y pruebas de laboratorio para diagnosticar esta enfermedad.

  • Examen Físico: El primer paso hacia el diagnóstico puede ser un examen físico, donde el especialista signos de chancros y otras erupciones cutáneas asociadas con la sífilis secundaria.
  • Pruebas de ITS en Sangre: Son el método más común para diagnosticar la sífilis. Estas pruebas pueden detectar anticuerpos contra la bacteria Treponema pallidum, lo que indica una infección actual o pasada. Hay dos tipos de pruebas de sangre para la sífilis: no treponémicas (que detectan anticuerpos que no son específicos para la sífilis) y treponémicas (que detectan anticuerpos específicos para la bacteria de la sífilis). Ambas pruebas se utilizan juntas para confirmar el diagnóstico.
  • Pruebas Directas: En casos donde están presentes chancros o erupciones, se puede realizar un examen directo de una muestra tomada de la lesión para buscar la presencia de la bacteria. Esto se hace a través de microscopía de campo oscuro o mediante pruebas moleculares, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
  • Pruebas de Líquido Cefalorraquídeo: En etapas avanzadas o si se sospecha sífilis del sistema nervioso (neurosífilis), se puede requerir una punción lumbar para analizar el líquido cefalorraquídeo en busca de evidencia de la infección.

El diagnóstico de la sífilis puede complicarse debido a la posibilidad de resultados falsos positivos en las pruebas no treponémicas, especialmente en personas con ciertas enfermedades, como lupus o VIH. Por esta razón, es crucial confirmar un diagnóstico positivo inicial con pruebas treponémicas adicionales.

Tratamiento de la Sífilis

El tratamiento efectivo de la sífilis depende de la etapa de la enfermedad en la que se encuentre el paciente en el momento del diagnóstico. Afortunadamente, en sus etapas iniciales, la sífilis es fácil de tratar con antibióticos. Estas son las opciones de tratamiento más comunes:

Cápsula de Penicilia para el tratamiento de la Sífilis
  • Penicilina: Este antibiótico ha sido el tratamiento estándar para la sífilis durante décadas. La penicilina G benzatina, administrada por vía parenteral, es efectiva en la mayoría de los casos para eliminar la infección. La cantidad de dosis necesarias depende de la etapa de la enfermedad. Para la sífilis primaria, secundaria y latente temprana, una sola dosis es a menudo suficiente. En casos de sífilis latente tardía o terciaria, se necesitan tres dosis en intervalos semanales.
  • Alternativas a la Penicilina: Para pacientes alérgicos a la penicilina, existen alternativas como doxiciclina, tetraciclina o, en casos de sífilis en el embarazo donde la penicilina es la única opción considerada segura, se puede realizar un proceso de desensibilización a la penicilina para permitir su uso.
  • Tratamiento de la Neurosífilis: La sífilis que afecta el sistema nervioso (neurosífilis) requiere administración intravenosa de penicilina G acuosa o Procain penicilina G con probenecid, siempre bajo supervisión médica.

Es crucial completar el ciclo completo de antibióticos incluso aunque hayan desaparecido los síntomas antes de finalizar el tratamiento, para asegurar que la bacteria sea completamente eliminada. Además, las personas tratadas deben abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que la infección haya sido completamente eliminada y confirmada por pruebas médicas.

El seguimiento es un aspecto importante del tratamiento de la sífilis. Los pacientes deberán someterse a pruebas de seguimiento regulares para asegurarse de que la infección ha sido eliminada. En casos de sífilis en etapas tardías, algunos daños causados pueden ser irreversibles, pero el tratamiento puede prevenir una mayor progresión de la enfermedad.

El tratamiento debe realizarse a todas las parejas sexuales recientes para evitar la retransmisión de la enfermedad. La comunicación abierta y clara con los especialistas y la educación sobre prácticas sexuales seguras son clave para prevenir la propagación de la sífilis y otras ITS

Prevención de la Sífilis

La prevención de la sífilis y otras enfermedades de transmisión sexual implica una combinación de prácticas responsables y educación. Estas son algunas de las estrategias clave para prevenir la transmisión de la sífilis:

  • Uso de Preservativos: Los preservativos son una herramienta eficaz para reducir el riesgo de transmisión de la sífilis y otras ITS durante las relaciones sexuales. Es importante usarlos correctamente y en todas las relaciones sexuales, tanto vaginales como anales y orales.
  • Comunicación y Pruebas: Hablar abiertamente con las parejas sexuales sobre la historia de ITS y la realización de pruebas de detección de ITS es vital. La detección precoz a través de pruebas regulares permite el tratamiento oportuno y reduce el riesgo de transmisión a otros.
  • Educación Sexual: La educación sobre las ITS, incluida la sífilis, y sobre cómo se transmiten y previenen, es fundamental, especialmente para los jóvenes. La educación sexual integral puede empoderar a las personas para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual.
  • Limitar Parejas Sexuales: Reducir el número de parejas sexuales disminuye el riesgo de exposición a la sífilis y otras ITS.
  • Tratamiento para Parejas Sexuales: Si una persona es diagnosticada con sífilis, es importante que todas sus parejas sexuales recientes sean informadas, examinadas y tratadas si es necesario para prevenir la retransmisión de la enfermedad.

La prevención de la sífilis no solo protege a las personas de una infección potencialmente grave, sino que también contribuye a la salud pública al reducir la prevalencia general de la enfermedad. La concienciación y la educación continua son fundamentales para combatir la sífilis y otras ITS.