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Tricomoniasis: Síntomas, causas y tratamiento de esta ITS

La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por un parásito protozoo. Muchos individuos no experimentan síntomas, por lo que es importante ser consciente de hacerse pruebas de diagnóstico en caso de sospechar de haber estado en situación de riesgo.

Tricomoniasis Sintomas, causas y tratamiento de esta ITS

¿Qué es la tricomoniasis?

La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual (ITS) muy común causada por un parásito llamado Trichomonas vaginalis. La tricomoniasis puede afectar a cualquier persona sexualmente activa, tanto hombres como mujeres, siendo más frecuente en estas últimas. Uno de los principales problemas es su detección, ya que un porcentaje significativo de los casos son asintomáticos, lo que contribuye a su transmisión puesto que los individuos infectados pueden transmitirla a sus parejas sexuales. No obstante, no todos los casos son asintomaticos; también hay casos que pueden causar diversos síntomas tanto en hombres como en mujeres.

La tricomoniasis es un problema de salud generalizado en todo el mundo, con millones de nuevos casos notificados anualmente y está catalogada como la infección de transmisión sexual no vírica más común en todo el mundo.

Signos y síntomas

En la mayoría de los casos, las personas con tricomoniasis no presentan signos ni síntomas, lo que dificulta su identificación y contribuye a la transmisión involuntaria de la infección a las parejas sexuales. Sin embargo, cuando sí aparecen síntomas, éstos pueden diferir entre ambos sexos:

  • En mujeres, los síntomas más comunes incluyen la presencia de flujo vaginal excesivo, fino y posiblemente espumoso, de color amarillo verdoso o gris. Suele ir acompañado de un olor desagradable, así como de molestias o picor en la zona genital. Además, las mujeres pueden experimentar dolor al orinar o molestias durante las relaciones sexuales.
  • En hombres con tricomoniasis pueden desarrollar una secreción inusual del pene, acompañada de irritación o picor en el interior del pene, así como molestias durante la micción o la eyaculación. Es importante señalar que los signos y síntomas, cuando se presentan, pueden variar de leves a graves, y pueden aparecer y desaparecer.

Los síntomas de la tricomoniasis pueden aparecer con el tiempo y, en algunos casos, pueden manifestarse repentinamente después de un largo periodo asintomático. Es importante que las personas sexualmente activas sean conscientes de estos posibles síntomas y busquen la atención médica si experimentan alguno de ellos.

Diagnóstico

El diagnóstico de la tricomoniasis suele incluir un examen físico y pruebas de laboratorio. En muchos casos, el médico especialista puede realizar un examen pélvico en las mujeres para comprobar si hay algún signo de infección, como enrojecimiento, hinchazón o secreción anormal.

Además, pueden realizarse pruebas de laboratorio, incluido el análisis de una muestra de flujo vaginal o del pene, para detectar la presencia del parásito Trichomonas vaginalis. Esto puede lograrse mediante diversos métodos, como la evaluación microscópica, las pruebas de diagnóstico rápido y otras pruebas de ITS como las técnicas de amplificación de ácidos nucleicos. Es importante señalar que, incluso en ausencia de síntomas, las personas con mayor riesgo de tricomoniasis, como las que tienen múltiples parejas sexuales, deben considerar la posibilidad de someterse a pruebas periódicas para garantizar una detección precoz y el tratamiento adecuado.

Si se recibe un diagnóstico de tricomoniasis, las personas tienen la responsabilidad de notificar su infección a sus parejas sexuales actuales y recientes, ya que también pueden estar en riesgo y necesitar pruebas y tratamiento. La comunicación abierta sobre las ITS y la salud sexual puede ayudar a prevenir la transmisión involuntaria de infecciones.

Tratamiento

Afortunadamente, la tricomoniasis es una infección curable, y el enfoque estándar del tratamiento implica el uso de antibióticos, como metronidazol o tinidazol, que son prescritos por un especialista sanitario.

Causas y factores de riesgo

La tricomoniasis está causada exclusivamente por el parásito protozoario Trichomonas vaginalis. La transmisión de la infección se produce principalmente a través del contacto sexual con una persona infectada. El parásito suele atacar las zonas húmedas y cálidas del tracto urogenital, incluida la uretra en los hombres y la vagina en las mujeres. Las mujeres embarazadas también pueden transmitir la infección a sus bebés durante el parto. En algunos casos, la infección también puede transmitirse por contacto entre vulvas.

Entre los factores de riesgo para contraer tricomoniasis, está el de tener antecedentes de otras infecciones de transmisión sexual, tener múltiples parejas sexuales, mantener relaciones sexuales sin protección e iniciar la actividad sexual a una edad temprana.

Complicaciones y efectos a largo plazo

Aunque la tricomoniasis se considera una infección curable, si no se trata puede dar lugar a diversas complicaciones y efectos a largo plazo.

En las mujeres, la tricomoniasis no tratada puede provocar una mayor susceptibilidad a otras infecciones de transmisión sexual, como el VIH. Además, la infección se ha asociado con resultados adversos para la salud reproductiva, incluido un mayor riesgo de infertilidad, así como partos prematuros y bajo peso al nacer en los bebés, que son preocupaciones importantes para las mujeres embarazadas.

En el caso de los hombres, las complicaciones de la tricomoniasis no tratada son menos frecuentes, pero pueden incluir irritación e inflamación de la uretra.

Prevención y sexo seguro

Prevenir la transmisión de la tricomoniasis y practicar sexo seguro implica el uso correcto y sistemático de preservativos durante la actividad sexual, reducir el número de parejas sexuales y estar bien informado sobre el estado de salud sexual de uno mismo y de su(s) pareja(s). Además, las personas deben dar prioridad a las pruebas de detección de ITS, especialmente si tienen múltiples parejas sexuales o adoptan conductas sexuales de alto riesgo.

En el caso de las personas diagnosticadas de tricomoniasis, es fundamental abstenerse de mantener relaciones sexuales hasta que finalice el tratamiento prescrito y hayan remitido los síntomas.

Vivir con la enfermedad

Para las personas a las que se les ha diagnosticado tricomoniasis, es importante abordar la situación con una mentalidad proactiva. Seguir el tratamiento prescrito, acudir a todas las citas médicas y realizar un seguimiento del estado de la infección es fundamental para controlar eficazmente la infección y prevenir su posible recurrencia.

La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual común y curable. Es esencial que las personas den prioridad a su salud sexual, entablen una comunicación abierta y honesta con sus profesionales sanitarios y parejas sexuales, y tomen medidas proactivas para prevenir, detectar y tratar la tricomoniasis y otras infecciones de transmisión sexual. De este modo, las personas pueden contribuir a crear un entorno de salud sexual más seguro, informado y favorable para ellas mismas y sus comunidades.