Diferencias entre la Microbiota y el Microbioma Intestinal
Microbiota y microbioma intestinal son términos que a menudo se utilizan indistintamente en el estudio de los microorganismos y su relación con los seres humanos, pero tienen significados distintos que es importante clarificar
¿Qué es la microbiota intestinal?
La microbiota intestinal, anteriormente conocida como flora intestinal, hace referencia al conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos, arqueas y protozoos) que habitan en diferentes partes de nuestro cuerpo, como el intestino, la boca, y la piel, estableciendo una relación de simbiosis. Esta relación es tan estrecha y beneficiosa para ambas partes que se habla de un «holobionte«, un término que subraya la idea de unión entre el ser humano y su microbiota para formar una entidad biológica única. Se estima que la microbiota está compuesta por cerca de 100 billones de microorganismos, desempeñando funciones cruciales en el mantenimiento de la salud.
La microbiota intestinal está muy estudiada y se reconoce su papel fundamental en la salud humana. No solo participa en la digestión de alimentos y en la síntesis de nutrientes vitales como las vitaminas K y del grupo B, sino que también juega un papel significativo en el entrenamiento y modulación del sistema inmunitario. Además, la microbiota tiene un papel en la protección contra patógenos, manteniendo la integridad de la barrera intestinal y modulando el sistema nervioso a través del eje intestino-cerebro, afectando incluso nuestro estado de ánimo y comportamiento.
¿Qué es el microbioma intestinal?
Por otra parte, cuando hablamos de microbioma intestinal, nos estamos refiriendo a la colección completa de genes presentes en estos microorganismos que forman la microbiota. Por tanto, microbiota y microbioma están muy relacionados, pero no son lo mismo. En el primer caso, son microorganismos y en el segundo son genes, ADN, material genético de estas bacterias. El análisis del microbioma pueden descubrir desequilibrios en estos microorganismos, de forma que se puedan elaborar patrones dietéticos personalizados para optimizar la salud intestinal.
¿Qué enfermedades están relacionadas con la microbiota intestinal?
Un desequilibrio en esta comunidad microbiana, conocido como disbiosis, puede tener consecuencias negativas para la salud, incluyendo enfermedades como la obesidad, trastornos inflamatorios intestinales, y ciertas afecciones neurológicas. Factores como la dieta, el estilo de vida, el uso de antibióticos y el estrés pueden influir en la composición de la microbiota, subrayando la importancia de un enfoque holístico para el mantenimiento de la salud que considere tanto al huésped como a su comunidad microbiana. Estas son algunas de las áreas principales de impacto:
Enfermedades Gastrointestinales
- Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII): Incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. La disbiosis puede exacerbar la inflamación intestinal, contribuyendo a la patogenia de estas enfermedades.
- Síndrome del Intestino Irritable (SII): La microbiota puede influir en los síntomas del SII a través de la producción de gases y otros metabolitos, afectando la motilidad y sensibilidad intestinal.
Enfermedades Metabólicas
- Obesidad y Síndrome Metabólico: Cambios en la composición de la microbiota pueden influir en la eficiencia de extracción de energía de la dieta y en la acumulación de grasa, así como en la inflamación sistémica que contribuye al síndrome metabólico.
- Diabetes tipo 2: Se ha observado que la microbiota afecta el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina, implicando su desbalance en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Enfermedades Autoinmunes
- Esclerosis Múltiple (EM): Se ha propuesto que la disbiosis intestinal puede afectar el sistema inmunológico y contribuir al desarrollo de la EM.
- Artritis Reumatoide (AR): La composición de la microbiota intestinal puede influir en la inflamación sistémica y local, jugando un papel en la patogénesis de la AR.
Trastornos Neurológicos
- Depresión y Ansiedad: El eje intestino-cerebro conecta la microbiota intestinal con el sistema nervioso central, influyendo en la producción de neurotransmisores y otros compuestos bioactivos que pueden afectar el estado de ánimo y el comportamiento.
- Trastornos del Espectro Autista (TEA): Investigaciones sugieren que alteraciones en la microbiota pueden impactar el desarrollo neurológico y contribuir a algunos síntomas de los TEA.
- Enfermedad de Parkinson (EP): Estudios han asociado cambios específicos en la microbiota con la EP, sugiriendo un impacto en la patogenia de la enfermedad a través de la inflamación y otros mecanismos.
Enfermedades Cardiovasculares
- Aterosclerosis: Componentes de la microbiota pueden convertir nutrientes dietéticos en metabolitos que influyen en el riesgo de desarrollo de placas ateroscleróticas.
Enfermedades Dermatológicas
- Dermatitis Atópica y Psoriasis: La microbiota cutánea y la interacción con la microbiota intestinal pueden influir en la inflamación de la piel y en la susceptibilidad a estas condiciones.
Infecciones y Antibiorresistencia
- Infecciones Recurrentes y Resistencia a Antibióticos: La disbiosis puede disminuir la resistencia a infecciones patógenas y facilitar la emergencia de resistencia a los antibióticos.
Cabe destacar que la relación entre la microbiota, el microbioma y estas enfermedades es compleja y bidireccional. No solo la disbiosis puede contribuir al desarrollo de enfermedades, sino que las condiciones patológicas y sus tratamientos pueden, a su vez, alterar la composición de la microbiota. Por lo tanto, comprender estas interacciones es clave para desarrollar estrategias terapéuticas innovadoras que modulen la microbiota para prevenir o tratar enfermedades.
Cómo podemos analizar el microbioma
El análisis de tu microbioma es posible a través de pruebas genéticas como myBIOME™ de Synlab. Este examen metagenómico ofrece una evaluación profunda y detallada de tu microbioma intestinal, identificando microorganismos y su impacto en la salud, además de sugerir estrategias nutricionales para mantener un equilibrio saludable. Esta técnica permite una identificación exhaustiva y cuantitativa de la microbiota, incluyendo bacterias, arqueas, levaduras y hongos, y proporciona un entendimiento detallado de su actividad y su impacto en la salud.