VIH – Virus de la Inmunodeficiencia Humana
El VIH, de sus siglas Virus de la Inmunodeficiencia Humana, es un virus que, al infectar al ser humano ataca al sistema inmunológico y a otros órganos del cuerpo como el cerebro, riñón, hígado o corazón.

Síntomas
Comienza con una infección aguda que cursa con fiebre, diarreas, manchas en la piel, inflamación de ganglios, etc. La aparición de los síntomas puede ocurrir después de 1-2 meses tras una relación sin protección.
Puede haber otros síntomas en un estadio más avanzado de la enfermedad. Hablamos en este caso de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) dónde las infecciones pueden ser de cualquier tipo ya que las defensas están muy bajas al haber sido destruidas por el virus.
Las personas con riesgo son aquellas que practican sexo sin protección con personas infectadas y carga viral suficiente para transmitir el virus. Esta es la principal causa que provoca la infección por VIH.
Prevención
El VIH se transmite por contacto a través de sangre o líquidos corporales que entren en contacto con membranas mucosas o tejidos lesionados. El uso de preservativo es la principal medida para prevenir el contagio al proteger más de 99.5 % de los casos
Diagnóstico
En el diagnóstico empleamos pruebas de 4ª generación que detectan la presencia tanto de anticuerpos frente a los tipos 1 y 2 de VIH como la detección de presencia de antígeno P24. Este antígeno tiene un nivel alto en sangre antes de la aparición de los síntomas de la enfermedad lo que nos permite establecer un diagnóstico precoz dada la rapidez en la ejecución de la prueba.
En caso de resultado positivo, se procede a realizar el test con protocolo Western Blot para confirmar la presencia de virus. En caso de resultar positivo se procedería a realizar una PCR para conocer el contaje de carga viral.
Hepatitis B y Hepatitis C
Se trata de una infección producida por los virus de Hepatitis B o Hepatitis C que producen una inflamación en el hígado produciendo una alteración en sus funciones.
Una de las vías más frecuentes de contagio es la transmisión sexual.

Síntomas de hepatitis
Los síntomas típicos de la hepatitis son:
- Color amarillo piel y ojos
- Náuseas y vómitos
- Orina oscura
- Cansancio
- Dolor abdominal, muscular, fiebre
El contagio suele producirse cuando sangre o fluidos de la persona infectada entra en contacto con la sangre o mucosas de la persona sana.
Diagnóstico
Hepatitis B
Mediante la determinación de marcadores serológicos:
- Antígeno de superficie: HBsAg.
- Anticuerpos anti-HBs.
- Anticuerpos anti-HBc.
Hepatitis C
Mediante análisis de marcadores serológicos:
- Detección de Anticuerpos Anti VHC
Un resultado positivo de presencia de Anti VHC no implica ser portador del virus ya que se puede haber tenido infección en el pasado y haber sido superada, algo que ocurre en el 20-30 % de estas infecciones.
Por tanto, en caso de resultado positivo se procede con un análisis de ARN del virus de hepatitis C por PCR para confirmar o descartar la enfermedad.
Sífilis

Enfermedad de transmisión sexual causado por el microorganismo Treponema pallidum.
Se contagia por contacto directo con el tejido infectado.
Síntomas
Tras la infección y periodo de incubación aparece una lesión, el chancro, en lo que se conoce como sífilis primaria.
En un paciente no tratado, aparece un segundo estadío de la enfermedad con infección sistémica en todos los órganos, llegando a un estado de sífilis de fase secundaria.
Diagnóstico
Las pruebas serológicas para el diagnóstico de sífilis se dividen en dos tipos:
- No treponémicas
- VDRL – (Venereal Research Disease Laboratory)
- RPR – (Rapid Plasma Reagin)
- Treponémicas
No Treponémicas
VDRL y RPR
Ambas son fáciles y rápidas de realizar. Tiene como limitaciones una baja sensibilidad en algunas fases de la enfermedad y no es específica frente a Treponema pallidum con lo cual un resultado positivo no asegura el tener la enfermedad. En caso de resultado positivo hay que confirmar la enfermedad con una prueba treponémica, específica de Treponema pallidum.
Treponémicas
FTA-ABS
Las pruebas treponémicas utilizan como antígeno al Treponema pallidum, el agente infeccioso causante de la enfermedad, que sirve para localizar los anticuerpos anti-treponémicos presentes en la sangre de las personas infectadas.
Estas pruebas se realizan tras un resultado positivo en pruebas no treponémicas – para confirmar la enfermedad – o cuando la persona presenta un cuadro clínico compatible con la enfermedad, pero ha tenido un resultado negativo en pruebas no treponémicas.
Aproximadamente el 85 % de pacientes con un tratamiento exitoso para la sífilis las pruebas treponémicas se mantendrán reactivas o positivas durante varios años.